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martes, 31 de mayo de 2011

Marco Referencial

El Plan educativo Municipal es un componente del plan de desarrollo. Se concibe como escenario de negociación política y cultural  para la construcción de ciudadanía, convivencia y, desarrollo humano y territorial.
Desde su concepción política, el proceso de construcción y ajuste del PEM debe dinamizar espacios deliberativos, implementar mecanismos, estrategias e instrumentos de promoción, difusión, seguimiento y evaluación en que participen las comunidades, entre ellos, la veeduría ciudadana; dinamizar las funciones y actuaciones propias de las juntas municipales de educación e impulsar procesos de formación y participación de la propia comunidad.

 El plan educativo municipal-PEM-es también, una herramienta de planificación que permite al municipio desarrollar el derecho fundamental a la educación y visualizar, a 10 o más años, el horizonte educativo deseado y posible, orientando los talentos y los recursos al logro de sus metas, en términos del desarrollo humano y social de la comunidad y en contextos de equidad, prosperidad y bienestar.
Lo anterior supone la concepción de la educación como eje del desarrollo local y la concepción del plan como propósito colectivo; como proceso de movilización social y comunicación pública; como pacto por la calidad, la cobertura, la pertinencia y la eficiencia en la educación municipal, y como compromiso frente a la atención integral de la primera infancia, la innovación y el desarrollo tecnológico en educación.
Hacer de la educación el eje del desarrollo local supone comprensión de lo educativo y apropiación de una visión territorial y sistémica que contextualice y articule acciones y decisiones propias del plan educativo municipal. Supone además, la comprensión de las interacciones que se producen entre el entorno municipal y los diferentes contextos con los que se articula a nivel zonal, subregional, regional, nacional e internacional.
 La construcción del Plan Educativo Municipal con visión territorial hace posible identificar colectivamente el municipio que tenemos y la visión del municipio que queremos construir desde sus potencialidades y limitaciones, para acercarse desde allí, a la comprensión de la educación que se requiere para lograrlo.
Como puede observarse la construcción y ajuste  del plan educativo municipal si bien comporta el desarrollo de un proceso técnico, es también un lugar de decisiones políticas que involucran el conocimiento de la geografía, la historia, las características culturales y las aspiraciones  de la comunidad local y que comprometen las posibilidades de realización de los proyectos de vida de sus habitantes, lo que a la par permite otorgar sentido a su existencia, ejercer la ciudadanía plena, aprender a lo largo de toda la vida y habitar el territorio de manera digna y productiva.

Desde esta perspectiva, la construcción del PEM se entiende no como el producto o documento logrado por un grupo de expertos, sino como un proceso participativo y colaborativo que se  fundamenta en la concepción de  la educación como un derecho universal y como eje del desarrollo local.
 Componentes del derecho a la educación según la Organización de    Naciones Unidas  que deberán considerarse en el PEM son:
·      La accequibilidad, que tiene que ver con la garantía de disponibilidad de cupos, aulas, docentes cualificados, infraestructura y otros
·      La accesibilidad que está en relación con la capacidad de acceso material a los servicios educativos.
·      Aceptabilidad, la cual más allá de logros medidos a través de pruebas e implica pertinencia, significado, oportunidad de métodos y didácticas, garantía de formación y de práctica de los derechos humanos, entre otros.
·      Adaptabilidad. Capacidad de adaptarse a necesidades y realidades concretas de los niños, niñas y jóvenes y de sus territorios y garantizar su permanencia.

Dado el alcance del plan educativo municipal, su construcción y ajuste requieren  de una visión sistémica, integradora y compleja de lo educativo; un pensamiento no reduccionista, ni fragmentado, sino más bien holístico, multidisciplinario e integral de  quienes han asumido la responsabilidad de liderar la educación en los escenarios municipales y desde allí se reconocen como planificadores o como gestores educativos locales.
Supone la existencia, por lo menos, de la voluntad política del alcalde, y el compromiso formal de los funcionarios municipales responsables de planeación, educación y manejo presupuestal. Requiere: la convocatoria, organización, fortalecimiento y fundamentación del comité técnico municipal de planeación; procesos de organización y participación comunitaria de apoyo a la gestión; comunicación y difusión permanente a la comunidad mediante estrategias de comunicación pública; ejercicio del liderazgo transformacional por parte de los actores participantes en el proceso de construcción y ajuste; apropiación de conceptos, criterios, metodologías y técnicas acordes con los lineamientos del Ministerio de Educación Nacional y la Gobernación de Antioquia;  formalización de compromisos de la administración municipal y los participantes; asignación de espacios, recursos y tiempos, lo que significa la vigencia y cumplimiento de un cronograma de trabajo ajustado con el alcalde y los actores locales; una estructura administrativa que garantice la coordinación de acciones y decisiones; un plan de comunicaciones que difunda avances y dificultades y que promueva la movilización de la comunidad, su compromiso ético y la disponibilidad  de los miembros de las distintas comisiones de trabajo para fortalecer sus comprensiones en procesos de capacitación, asesoría y asistencia técnica; la construcción o validación de un plan de acción que viabilice y visibilice un quehacer pertinente; tecnología de apoyo;  registro y cumplimento de acuerdos para la acción y la práctica de valores tales como la responsabilidad; la transparencia en la asignación de los recursos; el respeto de lo público como patrimonio común de la comunidad, y la articulación de sentidos, significados, procesos y procedimientos.
La construcción y ajuste del plan Educativo Municipal requiere, además, de procesos de contextualización y fundamentación, que se dan desde los referentes constitucionales, normativos y de política, de manera que se enriquezca la comprensión de la orientación y el contenido del ser y del deber ser de la educación en el municipio y la trascendencia del plan para la comunidad local. Es igualmente necesario, leer en clave educativa las tendencias económicas y  políticas, los movimientos sociales y culturales, los desarrollos científicos y tecnológicos y los grandes debates que desde los distintos foros internacionales plantean asuntos fundamentales, tales como la relación entre educación y desarrollo sostenible, ciudadanía, convivencia, calidad de vida, movilidad social, emprendimiento, productividad, democratización de la sociedad, y equidad.
Desde la perspectiva anterior, un plan educativo contextualizado, se soporta en la construcción o fortalecimiento de un marco de referencia que consulte y que interprete adecuadamente los mandatos constitucionales, la normatividad específica para el sector, la infancia, la adolescencia y la juventud; los  fines y objetivos de la educación para el siglo; los objetivos de desarrollo del milenio; las políticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico de América Latina y el Caribe; los planteamientos de Visión Colombia II centenario;  los Planes de desarrollo nacional y departamental; el plan estratégico de Antioquia-PLANEA- , visión Antioquia siglo XXI,    y la Alianza de Antioquia por la Equidad, de manera que el plan sea pertinente y relevante para las comunidades y responda adecuadamente a las exigencias educativas de un municipio que está inscrito en una región y en un país que a su vez están inmersos en el mundo contemporáneo, caracterizado por la globalización y el avance de la ciencia y la tecnología. Acorde con lo anterior,  se propone y se espera la construcción de un plan que responda a las exigencias propias de la sociedad del conocimiento y de la información, a las políticas educativas nacionales, a las visiones subregionales y departamentales y, a las particularidades locales.
El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2011-2014: “Prosperidad para Todos” es el marco de política que da línea al Plan Sectorial de Educación, con el cual deben articularse los planes educativos municipales.
 El  plan nacional se propone generar en el país mejores condiciones de vida y prosperidad democrática, mediante la implementación de tres grandes objetivos directamente relacionados con las políticas educativas, éstos son: más empleo, menos pobreza y más seguridad, elementos esenciales para la prosperidad democrática.
 La política educativa nacional se enmarca en: crecimiento y competitividad e igualdad de oportunidad para todos, los cuales orientan las estrategias, objetivos y metas del Plan Sectorial de Educación para estos 4 años.
Objetivos del Plan Sectorial para este período son: Brindar educación inicial de calidad en el marco de una atención integral; mejorar la calidad de la educación en todos los niveles; disminuir las brechas en acceso y permanencia: rural – urbana, poblaciones y regiones;  educar con pertinencia e incorporar innovación en la educación y, fortalecer la gestión del sector educativo para ser modelo de eficiencia y transparencia.
De acuerdo con los resultados arrojados por el diagnóstico, el Plan Sectorial pretende mejorar los resultados en calidad, por ejemplo en pruebas SABER e ICFES; ampliar la cobertura por niveles; cerrar las brechas de inequidad y avanzar en el desarrollo de  competencias.



Complementario con lo anterior es necesario precisar que, de acuerdo con los lineamientos del Departamento Nacional de Planeación y la ley 152 de 1.994, los planes de las entidades territoriales estarán conformados por una parte estratégica y un plan de inversiones de mediano y de corto plazo y deberán incluir herramientas de seguimiento y evaluación.                                                        
    




Una vez estructurado el PEM se realiza la evaluación de su formulación de acuerdo a criterios y procedimientos establecidos por el MEN  (Guía 27)




Se evalúa: estructura, evaluabilidad, coherencia entre el componente estratégico y el plan de inversiones y, articulación con la política nacional:
o   En relación con la estructura se verifica que exista una conexión lógica entre el diagnóstico, los objetivos, las estrategias, los programas y los proyectos.
o    “Se evalúa que el plan de desarrollo educativo tenga una estructura que muestre un hilo conductor lógico entre cada uno de los niveles de desagregación que lo componen” (MEN).
o   Verificar la evaluabilidad del PEM es valorar sí es evaluable, si es medible, es decir si tiene metas de resultado, metas de producto, indicadores y plan indicativo. El plan de desarrollo debe mostrar cómo se hará el seguimiento y cómo se evaluarán periódicamente los avances.





La valoración de la articulación del Plan con la política nacional se realiza de acuerdo con los ejes de política: cobertura, calidad, eficiencia, pertinencia, atención a la primera infancia e innovación. Esta articulación permite a la entidad territorial la concertación de intereses y la optimización de recursos para la ejecución de sus proyectos, mediante mecanismos tales como la cofinanciación.






Productos del proceso de evaluación de la formulación del plan son: el Plan educativo evaluado según los criterios y  herramientas definidas por el Ministerio de Educación; los resultados  de la evaluación interpretados; el plan de ajuste a la formulación del PEM estructurado; el plan ajustado y presentado para su aprobación al concejo municipal

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